
Quien mando construir la mezquita de cordoba
Mezquita-catedral de Granada
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La Mezquita de Córdoba se construyó en cuatro fases entre el siglo VIII y finales del X. Las zonas coloreadas en el plano de abajo ilustran estos periodos de construcción. Cada una de las ampliaciones mantuvo las mismas proporciones y el mismo ritmo de los tramos y la separación de las columnas. El edificio original, sombreado en rosa, tenía forma de basílica rectangular y constaba de 11 naves perpendiculares al muro de la qibla, que era el muro sur. En la época de la cuarta renovación, se añadieron 8 naves más al este, dando forma de cuadrado a la sala hipóstila. También se amplió el patio. El muro de la qibla se desplazó sucesivamente hacia el sur, pero el mihrab (nicho de oración) permaneció en la línea central de la mezquita original de 11 naves, que es un pasillo ligeramente más ancho. Había una conexión directa por puente entre la mezquita y el palacio del califa, situado al otro lado de la calle. Las naves perimetrales originales se convirtieron en pequeñas capillas y capillas funerarias durante las renovaciones cristianas.
En el siglo XIII, cuando el rey castellano Fernando III conquistó Córdoba, consagró todo el edificio y se creó una pequeña capilla en el centro exacto del edificio con muy pocos cambios y que se utilizó durante trescientos años. En el siglo XVI, el obispo de Córdoba propuso derribar la mezquita y construir una nueva catedral. La oposición de los cordobeses hizo que el emperador Carlos V ordenara que la nueva catedral gótica se “insertara” en medio de la mezquita. Esto no tenía precedentes y además era estructuralmente difícil. Entre los siglos XIII y XVI se produjeron reformas posteriores, en las que se modificaron partes de la mezquita para soportar las nuevas estructuras. Sin embargo, todo se hizo dentro de los mismos módulos de longitudes y anchuras. La obra final de la catedral se realizó en estilo barroco.
Datos de la Mezquita de Córdoba
Según la tradición, en el emplazamiento de la actual Mezquita-Catedral se encontraba originalmente una iglesia visigoda, la basílica cristiana católica de San Vicente de Zaragoza, aunque la historicidad de este relato ha sido cuestionada por los estudiosos. [9] [10] [11] La Mezquita Mayor se construyó por orden de Abd ar-Rahman I en el año 785, cuando Córdoba era la capital de la región de Al-Andalus controlada por los musulmanes [12] [13] [14] [15]. Entre las adiciones más notables, Abd ar-Rahman III añadió un alminar (terminado en 958) y su hijo Al-Hakam II añadió un nuevo mihrab y una sección de maqsura ricamente decorados (terminados en 971)[16][13] La mezquita se convirtió en catedral en 1236, cuando Córdoba fue capturada por las fuerzas cristianas de Castilla durante la Reconquista. La estructura en sí sólo sufrió pequeñas modificaciones hasta que un importante proyecto de construcción en el siglo XVI insertó una nueva nave y un crucero de la catedral renacentista en el centro del edificio. El antiguo alminar, convertido en campanario, también fue remodelado de forma significativa en esa época. A partir del siglo XIX, las restauraciones modernas permitieron recuperar y estudiar algunos de los elementos de la época islámica del edificio[17][18]. En la actualidad, el edificio sigue siendo la catedral de la ciudad y en él se celebra la misa a diario[19].
Arquitectura de la Gran Mezquita de Córdoba
Según la tradición, en este lugar se encontraba originalmente una pequeña iglesia visigoda, la basílica católica de San Vicente de Lérins. En el año 784, Abd al-Rahman I ordenó la construcción de la Mezquita Mayor, que fue ampliada considerablemente por los gobernantes musulmanes posteriores. La mezquita sufrió numerosas modificaciones posteriores: Abd al-Rahman II ordenó la construcción de un nuevo alminar, mientras que en 961 Al-Hakam II amplió el edificio y enriqueció el mihrab. La última de estas reformas la llevó a cabo Almanzor en 987. La mezquita estaba conectada al palacio del califa por una pasarela elevada, ya que las mezquitas dentro de los palacios eran la tradición de los anteriores gobernantes islámicos, así como de los reyes cristianos que construían sus palacios junto a las iglesias. La Mezquita alcanzó sus dimensiones actuales en 987, cuando se completaron las naves exteriores y el patio.
En 1236, Córdoba fue conquistada por el rey Fernando III de Castilla, y el centro de la mezquita se convirtió en una catedral católica. Alfonso X supervisó la construcción de la Capilla de Villaviciosa y la Capilla Real dentro de la mezquita. Los reyes que le siguieron añadieron más elementos cristianos, como el rey Enrique II que reconstruyó la capilla en el siglo XIV. El alminar de la mezquita también se convirtió en el campanario de la catedral. Se adornó con las campanas de la catedral capturadas de Santiago de Compostela. A raíz de un temporal de viento en 1589, el antiguo alminar se reforzó aún más encerrándolo en una nueva estructura.
Mezquita de Córdoba
Abderramán II realizó la primera ampliación (hacia el año 822) de la Mezquita de Córdoba, haciendo más grande la sala de oración, añadiendo 8 arcos más orientados al sur, decorándola con claras influencias abbasíes, como consecuencia de los contactos políticos entre el Califato de Oriente y la llegada a la Península de gentes procedentes de Occidente. Mohamed I dio la forma definitiva a la Puerta de San Esteban. Su origen no es seguro, aunque parece claro que su aspecto estético se debe a la mezcla de arte visigodo y califal cordobés. Después de Mohamed I, vinieron dos gobernantes más, Al-Mundir y Abd- Allah. El primer gobernante, Al-Mundir, construyó la sala del tesoro, aunque se desconoce su ubicación. El segundo gobernante, Abd-Allah, construyó un pasillo secreto, llamado sabat , que estaba conectado al alcázar califal con el mihrab (minarete).
Abderramán III se proclamó califa en el año 929, convirtiendo a Córdoba en la mayor y más importante capital de todo el reino islámico occidental. El único cambio que realizó en la Mezquita Alhama fue la construcción de un nuevo alminar y la ampliación del patio. Este alminar fue el primero del mundo occidental. Además, el nuevo gobernante Abderramán III, ordenó reforzar los arcos que comunican la sala de oración con el patio de abluciones, que estaban deformados por la presión de las naves. Desde el patio hasta la entrada principal del palacio, instaló un gran arco de herradura sobre el existente y construyó una bóveda semicircular entre ambos. En este mismo siglo, siendo califa Alhakem II, la cultura y las artes estéticas y literarias aumentaron considerablemente. También se incrementaron los contactos políticos y culturales con la gran capital de Bizancio.
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